En los procesos industriales modernos, con altos niveles de automatización, las “Salas de Control” son el cerebro de las plantas; bien sean solares, nucleares, petroquímicas, ciclos combinados… a ellas llega toda la información de los que pasa en el proceso, y desde ella se envían órdenes a los equipos que en campo mantienen la operación de manera eficiente y segura. Los operadores de sala de control, los panelistas, son los responsables de la supervisión y control desde la sala. Ante el aumento y la importancia de estos centros de trabajo se ha creado un micro universo a su alrededor, se investigan y mejoran los programas de gestión, los equipos utilizados, las comunicaciones y todo aquello que supone un avance. En este entorno se crea la figura de la “Sala de Control de Apoyo Remoto”, desde donde se supervisa de manera paralela a una o varias plantas, se forma a los operadores, se evalúan e implementan las mejoras del proceso…
Con un ejemplo se puede entender mejor el concepto y tener una percepción de su alcance:
Una empresa tiene cuatro plantas termosolares en varios puntos geográficos diferentes (dos en España, una en Kuwait y otra en Marruecos), aunque físicamente distintas, el proceso en términos generales es idéntico, los operadores tienen diferentes niveles de experiencia y en cierto modo no tienen la misma filosofía de trabajo.
Esta compañía crea en el edificio de su sede central (con el ahorro que supone) una Sala de Control de Apoyo Remoto (SCAR), en ella se ubican dos estaciones de trabajo con un técnico/operador en cada una ellas, desde donde prestarán apoyo y supervisión a las cuatro plantas de la empresa.
Estos operadores monitorizan la operación en el horario que establecen las prioridades (arranque, operación normal, transiciones y parada) y sin intervenir directamente en el trabajo del panelista ubicado físicamente en la planta:
- Apoyan la operación en momentos puntuales.
- Implementan estrategias para alargar la vida de los equipos y sistemas.
- Colaboran en la creación/actualización de procedimientos.
- Desarrollan programas de formación para los operadores.
- Analizan la operación diaria e implementan mejoras.
- Participan en la estrategia de mejora en la automatización.
- Sesiones de coaching, evaluación, …
La lista de servicios que un SCAR puede ofrecer es ya muy extensa y seguro que con el tiempo se irán añadiendo más.
En el ejemplo se describe a una compañía haciendo uso de la SCAR para sus propias plantas, pero empresas de ingeniería que no tienen plantas en propiedad, asesorías técnicas y otros profesionales, debido a su bajo costo, hacen uso de estas estructuras para prestar sus servicios. Las comunicaciones o los softwares necesarios están en un nivel que la operación/comunicación en remoto es segura y fiable, por lo que sus posibilidades son casi ilimitadas.